Donald Trump sigue descalificando a sus asesores sobre la pandemia del COVID-19. Ayer lunes fue el turno de Deborah Birx, la coordinadora de la Casa Blanca para la respuesta a la pandemia. Trump la llamó “patética”, después de que la médica hiciera una sombría advertencia sobre el aumento de los contagios, ahora ampliamente extendidos por todo Estados Unidos.
Trump, enojado por lo que considera una cobertura mediática demasiado pesimista de su manejo de la pandemia, dijo que Birx había cedido a la presión para sonar negativa.
“Deborah mordió el anzuelo y nos golpeó. ¡Patética!”, tuiteó el mandatario.
Birx declaró el domingo a CNN que Estados Unidos, que suma casi 155.000 muertes por COVID-19, está entrando en “una nueva fase” de propagación viral. “Está extraordinariamente extendido. Está tanto en las zonas rurales como en las áreas urbanas”, señaló.
Trump dijo que Birx habló después de ser atacada por la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, líder de la oposición demócrata en el Congreso. Pelosi y otros demócratas han dicho que Birx, una reconocida experta en salud pública, está dispuesta a adaptar sus mensajes para obtener la aprobación de Trump.
“Creo que el presidente está difundiendo desinformación sobre el virus y ella fue designada por él, así que no le tengo confianza”, señaló Pelosi el domingo en la cadena ABC.
La Casa Blanca saltó en defensa de Birx tras esas declaraciones.
“Es profundamente irresponsable de parte de la presidente de la Cámara Pelosi de tratar repetidamente de socavar y crear desconfianza pública en la Dra. Birx, la principal profesional de salud pública en el grupo de trabajo sobre coronavirus”, tuiteó Alyssa Farah, directora de comunicaciones estratégicas. “También está simplemente mal. Punto”, agregó.
Sin embargo, luego de las declaraciones de Birx en la cadena CNN, Trump cambió de táctica el lunes.
“Así que la Loca Nancy Pelosi dijo cosas horribles sobre la Dra. Deborah Birx, cayéndole porque era demasiado positiva en el muy buen trabajo que estamos haciendo para combatir el Virus de China, incluidas las Vacunas y la Terapéutica (…) Deborah mordió el anzuelo y nos golpeó. ¡Patética!”, tuiteó.
El otro rostro principal de la respuesta médica de Estados Unidos a la pandemia del nuevo coronavirus, el doctor Anthony Fauci, ha sido también con frecuencia tratado con rudeza por la Casa Blanca y, a veces, por el propio Trump.
Las evaluaciones habituales de Fauci sobre el progreso de la enfermedad en el país contrarrestan regularmente versiones más optimistas promovidas por el presidente.
Trump ha llamado a Fauci “alarmista”, sugirió que está engañando al público y dijo la semana pasada que era injusto que el médico reciba índices de aprobación pública mucho más altas que él.
Fauci es uno de los infectólogos más reconocidos en Estados Unidos. Ayer lunes Fauci dijo que los estados que experimentan un gran número de casos de coronavirus deberían reconsiderar la imposición de restricciones para que los contagios caigan antes de la temporada de gripe en el otoño. “Lo que estamos viendo en algunos estados es ese mismo aumento insidioso en porcentaje positivo que habíamos visto y señalado (…) en estados como Tennessee, Kentucky, Ohio, Minnesota y otros”, dijo Fauci en una entrevista con el Journal of the American Medical Association.
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