Minsa recomienda diagnóstico e intervención temprana para que los niños y adolescentes con autismo tengan un mejor pronóstico.
Estas personas tienen más probabilidades de desarrollar depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental.
El doctor Horacio Vargas Murga, experto en psiquiatría infanto-juvenil del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) (Minsa) del Ministerio de Salud, señaló que los niños y adolescentes con trastorno del espectro autista (TEA) son más propensos. depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental, por lo que se recomienda un diagnóstico e intervención precoz para un mejor pronóstico.
En el Día Nacional de Concientización sobre el Autismo, un experto explicó que debido a que el TEA es una condición clínica relacionada con el desarrollo del sistema nervioso, donde las habilidades de comunicación, los procesos sociales y cognitivos han cambiado; la persona tiene dificultades para comunicarse con los demás y socializar; además del comportamiento repetitivo, ritualista o estereotipado sin poder controlarlo; Esto crea una tensión emocional que tiene un alto riesgo de desencadenar síntomas depresivos o de ansiedad.
También advirtió que la depresión en pacientes con TEA se acompaña de síntomas como: inquietud e irritabilidad, insomnio, retraimiento social, a veces autolesiones y no siempre tristeza. El Dr. Vargas afirmó que el TEA comienza en la primera infancia, generalmente dentro de los primeros tres años de vida, y continúa hasta la edad adulta. La persona suele tener signos tales como: retraso en el desarrollo del habla, hipersensibilidad a los sonidos fuertes, rechazo al contacto físico (no permite que lo abracen); juego solitario, aislamiento, comportamiento repetitivo, apego a algún objeto y dificultad en la interacción social.
En este sentido, el psiquiatra aconsejó a los padres o tutores estar atentos al comportamiento de sus hijos y, cuando aparezcan los primeros síntomas, acudir a un experto del centro de salud más cercano o del centro de salud mental del municipio, así como a la línea 113 opción 5. de Minsa. “Cuanto antes se detecte y se trate, mejor será el pronóstico”, enfatizó.
Cuando a un niño o joven se le diagnostica TEA, los padres no deben perder la calma ni desesperarse. Es importante comprenderlo, aceptarlo tal como es; además de acompañar y participar activamente en sus terapias. El tratamiento se realiza a través de intervenciones psicopedagógicas y psicoterapéuticas que incluyen estimulación cognitiva, social y lingüística. Los pacientes con TEA requieren mucha comprensión, paciencia y tolerancia. Cuanto más seguros se sientan, mejor será la recuperación.
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